jueves, 20 de abril de 2017

De días zurdos y noches rojas

La revolución no entiende de mensajes profundos, de poesía, ni de liberad.

El fanatismo de los perros de presa, la adrenalina detrás del escudo, frente a la paz de la verdad, la ligereza del que sufre, del que pasa hambre, del que enferma.

La revolución de las armas, de la mentira y de la indiferencia, frente a las lagrimas de impotencia y gas. 

Corazones vacíos como latas de gas pateadas que ruedan desconsoladas por las calles sabiéndose culpables del sufrimiento de un pueblo.

Rios de gente que avanzan hacía el Mar Caribe. Gotas que nunca pensaron que el nacer libres pesaría tanto y condenaría a esto.

Consciencias vendidas, puteadas, y violadas, pagadas con barriles de petróleo rojo cuál sangre.

Esperanza escondida, y asustada que espera otros aires. Sueños y abrazos que no tienen lugar porque aquí todos los días son zurdos, todas las noches son rojas.